11ª Exposición: Comunidad gitana

A continuación abordaré uno de los últimos temas en los que mis compañeros se han centrado, los gitanos.

En primer lugar me gustaría comenzar con la diferenciación entre etnia y pueblo, ya que en ocasiones se suele utilizar indistintamente:

- Etnia: Grupo de individuos en el cual cabe destacar la identificación que presentan acerca de una ascendencia en común, es decir, acerca de sus orígenes.

- Pueblo: Comunidad que cuenta con una cultura, tradición e historia propias

Es necesario resaltar que los gitanos prefieren que cuando se refieran a ellos lo hagan pensando en un pueblo y no en una etnia pues tienen mucho más en común que una ascendencia.


¿Y cuál es la cultura gitana, qué elementos integran, por qué valores, pensamientos y fundamentos está formada?

- La familia es la forma clave se socializarse, por ello nos encontramos con matrimonios a edades muy tempranas.
- La mujer es considerada clave para la transmisión de la cultura.
- Los ancianos tienen un papel fundamental, sus palabras siempre se han de cumplir. Son vistas como símbolo de experiencia y sabiduría.


Evidentemente los perfiles gitanos no son todos iguales, cada familia gitana es distinta al igual que el resto de la población, por lo que quiero decir que la sociedad presenta una serie de prejuicios acerca de los gitanos tan sumamente profundos que los consideran reales y obviamente es una imagen deformada de la realidad.
Los estereotipos no son para nada positivos, al contrario, nos muestran una imagen muy negativa de este pueblo, algo que ha sido esencial para la situación de exclusión que muchos gitanos (no todos, afortunadamente) viven.

Para un mejor entendimiento, las compañeras pusieron un ejemplo que a mí personalmente me llamó la atención, puesto que nunca había caído en ello:

Todos hemos escuchado alguna vez por boca de alguien cercano que los gitanos son individuos analfabetos que no quieren formarse puesto que su cultura no lo precisa, pues bien, la realidad es que ellos no se incorporaron al sistema educativo a la vez que los demás, sino que lo hicieron con bastante retraso.
En la actualidad, ellos se encuentran como el resto de la población estaba hace 30 años, por ello es necesario paciencia y enseñarles pautas al igual que se hizo cuando la población comenzó a tomarse la formación más en serio.

Abarcando los asuntos legales, es esencial remarcar que no existe ley alguna que trate al pueblo gitano, esto es algo bastante positivo, pues si la hubiera se estaría haciendo una gran diferencia innecesaria, ya que todos somos iguales ante la ley y al igual que no nos encontramos normativa específica para andaluces, tampoco lo encontramos para gitanos.

Ahora bien, siempre se ha oído escuchar sobre la “Ley Gitana” la cual no está escrita en ningún documento pero las impone la cultura gitana para la supervivencia de su pueblo.

Como muestra, según la Ley Gitana se considera delito, entre otras muchas:

- Abandonar a la propia familia
- Incumplir las distintas normas que imponen los patriarcas
- Engañar o robar a otro gitano

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Los medios de comunicación nos bombardean con noticias como el absentismo escolar del pueblo gitano, he aquí una noticia que muestra el esfuerzo de asociaciones gitanas para reducir este absentismo:

http://www.diariodesevilla.es/article/sevilla/716372/una/asociacion/logra/reducir/absentismo/escolar/gitano.html

Sé que aún queda mucho por hacer, pero éste es sin duda un paso para lograrlo. No se trata de modificar la cultura gitana, pues la mezcla de culturas es lo que hace que un pueblo sea rico en costumbres, tradiciones, en historia...
Se trata de concienciar, en este caso, de que la formación es unos de los pilares básicos sobre el cual se sustenta el desarrollo de una persona y de la sociedad futura.

Me acaba de venir a la cabeza una experiencia propia que os la voy a contar brevemente:

El año pasado estuve unos meses en el Colegio “ANDALUCÍA” situado en el Polígono Sur de Sevilla y tuve la oportunidad de ver cómo se ponían en marcha las denominadas
“Comunidades de Aprendizaje” las cuales integraban en la enseñanza de sus alumnos a sus padres y vecinos.
He de decir que se luchaba contra el absentismo escolar aunque es cierto que aún había muchísimos niños que faltaban a clase, por ello hablaba antes de esa concienciación y esa preparación que creo que todavía falta.

En realidad lo que hacía este centro era adaptar el aprendizaje de sus alumnos a las necesidades del colectivo así como a su cultura.

Creo que aún los estereotipos nos crean unas imágenes totalmente desproporcionadas de la realidad y éstas son reforzadas por los medios de comunicación.
Cada mes se puede ver un documental de gitanos, tipo “Callejeros” y otros tantos programas de este estilo, que en mi opinión sólo hacen daño y crean una concepción errónea.
Me baso en los tantos programas que he visto de este tipo, en los que salen barrios chabolistas, enfocando la cámara a la televisión de plasma, dando a entender sutilmente ideas que quizás no se atreven a decir en voz alta.
Generalizan de una forma espectacular y enfocan sólo una perspectiva de la realidad, dejando otras a oscuras.

Para que veáis la doble cara de estos programas, en cierta ocasión me enteré que iban a realizar un documental sobre el conocido barrio de “ Triana” en Sevilla, pues bien, el equipo del programa lo grabó en plena feria de abril, para dar la sensación de que lo que se veía era lo que sucedía día a día en sus calles.
Obviamente, si paseamos un lunes por la mañana por Triana no vemos a niñas, madres o vecinos dando palmas bailando por la carretera…sin embargo esto es lo que muchos turistas buscan cuando pasean por sus calles…¿paradójico, no?

Con esto quiero decir que los programas nos enseñan lo que quieren que veamos, todo ello basado en estereotipos, prejuicios, imágenes preconcebidas…
Nosotros somos los que elegimos en qué canal poner la televisión y qué creernos de estos programas y qué cuestionar…

No todo el mundo sabe que el Barrio del Polígono Sur (al que hicieron referencia las compañeras en la exposición) está prácticamente aislado, los autobuses ni entran, el correo no llega y los cortes de luz son el pan de cada día, por no hablar de las barreras arquitectónicas que los separa del resto de la ciudad…

¿Hasta qué punto se lleva a cabo la inserción?

¿Somos conscientes de los esfuerzos de la comunidad gitana para lograr un desarrollo social?

Si con nosotros mismos no generalizamos… ¿Por qué con ellos sí lo hacemos?

=D